Implantación
Cuando decidimos implantar un software de gestión global en la empresa (ERP), es decir que controle todo sin tener que recurrir a otras aplicaciones externas o al socorrido Excel, parece como si se nos cayera una losa encima.
Tenemos asumido, que cuanto más grande o especiales sean los procesos de la empresa, menos opciones tenemos y a menudo requieren una inversión importante y abierta. Es decir, que sabemos el coste inicial, pero no el final. Sobre la marcha se van añadiendo horas de consultoría, modificaciones y modificaciones que no se habían calculado bien o no se habían previsto (¿después de tanto análisis y tanto consultor???).
Otra preocupación, es la de si podremos hacer todo lo que queremos y llegar a donde queríamos llegar. Si al final de todo, obtenemos el resultado deseado, la inversión por importante o incierta que fuese, la damos por bien empleada, pero la mayoría de las veces la única garantía, es la que nos ofrece el márquetin del fabricante. Es una empresa grande, pago una suma importante, luego tendré un resultado perfecto.
Pero el silogismo, se nos viene abajo cuando descubrimos que para una empresa grande nosotros somos insignificantes, que lo que para nosotros era un sobreesfuerzo económico, para ellos es pura calderilla y que una vez metidos en la inversión y en la implantación llegamos a un agotamiento tal que, si alcanzamos la mitad de los objetivos, nos damos por satisfechos
El Tiempo
Otro de los factores es cuánto tiempo tardaremos en implantar la aplicación. Seis meses, un año, … Pero sorpresa! A nuestro implantador eso no le importa. Se gana la vida facturando horas, si no es en otra operación, será en la nuestra y cuanto más se alargue, mejor. Lo más divertido del caso es que el consultor o programador que “lidera” la implantación, a menudo hace su trabajo en nuestras oficinas, ocupando un ordenador, una mesa con su correspondiente silla y al que como se te ocurra invitarle a tomar un café o darle un poco de conversación por aquello de ser agradable, te vas a enterar de lo caro que te puede llegar a salir el café y los buenos días del consultor.
A esto hay que añadir que, durante el tiempo de implantación, vamos a estar teniendo que sacar el mismo trabajo, con menos recursos informáticos (no tenemos ni lo viejo ni lo nuevo), con menos tiempo, parte de nuestro personal tendrá que acudir a reuniones e ir probando las novedades de la implantación. Todo eso aderezado con un stress en aumento conforme van pasando los días.
Facilidad de uso
Cuando tomamos la decisión, no nos preocupa demasiado. Lo prioritario es que la aplicación se adapte y que podamos funcionar. Si vemos en los usuarios caras de circunstancia, pensamos: lógico es nuevo, tienen que adaptarse. Pero los días pasan y aquello es como una pista americana, hacer algo es como una carrera de obstáculos y no sabemos que estamos haciendo mal. Lo cierto es que podemos llevar tiempo trabajando con el programa y las cosas salen, pero después de dar mil vueltas. Y no se trata de un usuario, parece que sucede de forma generalizada y como en el chiste, parece que tantas moscas no puedes equivocarse. Las horas de formación se vuelven escasas, caras y nos roban un tiempo de trabajo que necesitamos. Parece como una pesadilla de la que quisiéramos despertar.
Futuro
Es nuestro argumento bálsamo y el que lo engrasa todo. Esto es una apuesta a futuro, hemos elegido una compañía de software solvente y con el tiempo, todo acabará funcionando bien.
Es lo que nos anima cuando nos dicen que hay actualizar las licencias de no sé qué cosa. Cuando hay que cambiar los servidores y hasta cuando nos dicen que tenemos que actualizarnos a la versión superior de la aplicación. Ahí, hasta tenemos una cierta satisfacción (somos tan grandes, tan especiales, hemos crecido tanto, que claro no es suficiente con la versión sencilla… si, si, aquella que nos vendieron y que al principio hacía de todo).
Al final aquello que adquirimos inicialmente, no nos ha durado ni dos años, en los que no ha habido narices de implementar algo con una cierta satisfacción y ahora no sabemos cómo estamos inmersos en otra instalación, más cara y más compleja. Es entonces cuando en silencio nos preguntamos ¿Y aquello era una decisión a futuro? ¿O es que debí de entender que la solución no llegaría hasta el futuro?
Hará todo lo que necesitemos
Hemos visto, a veces solo sobre el papel, que cubre las áreas de nuestra empresa que queremos controlar. Pero estamos hablando de una empresa seria y que nos da confianza.
No hemos caído en la cuenta, de que la implantación la hace una tercera compañía que no es la propietaria ni la autora del código y que, llegado el caso, no podría modificar ni un solo byte del mismo, es decir que las adaptaciones a nuestras necesidades solo pueden alcanzarse con software añadido (add-on). Eso significará a veces dar rodeos para encontrar la solución y en algunos otros, no poder darla, aunque este último término no se llegue a aceptar nunca.
Es como haber comprado una casa que hay que reformar, pero sin disponer de arquitecto.
Podremos dividir una habitación en dos, pero no ampliarla si hay que tocar una pared maestra o una columna o, donde hay un enchufe, podremos añadir otro, pero no podremos cambiar la instalación eléctrica.
Arquitectos del Software
De lo explicado anteriormente, cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia y recoge una síntesis de los relatos que algunos de nuestros clientes nos han contado antes de decidirse por Master Computer.
¿Cuáles son las características de nuestras instalaciones?
- Somos los creadores del ERP, UNUM Intelliware. Podemos hacer cualquier modificación y si algo no existe, lo creamos.
- Nuestros presupuestos, son cerrados. No hay paquetes de horas, no hay sorpresas.
- Nuestras implantaciones son rápidas. Nuestro modelo de negocio no está basado en las horas de adaptación e implantación ya que somos los propietarios del software.
- Estamos tan convencidos de su facilidad de uso, que incluimos toda la formación necesaria sin límite de horas y sin costes adicionales.
- Nuestro sistema de trabajo, puede abordar instalaciones de uno a miles de puestos de trabajo con características tecnológicas muy avanzadas que hacen de nuestro sistema un producto de futuro.
- Llevamos más de treinta y tres años creando aplicaciones.
- Para nosotros, no hay clientes pequeños. Si alguien hizo una inversión por pequeña que sea, en algo que le prometimos, tiene todo el derecho a que funcione.