Facilidad de uso
Cuando tomamos la decisión, no nos preocupa demasiado. Lo prioritario es que la aplicación se adapte y que podamos funcionar. Si vemos en los usuarios caras de circunstancia, pensamos: lógico es nuevo, tienen que adaptarse. Pero los días pasan y aquello es como una pista americana, hacer algo es como una carrera de obstáculos y no sabemos que estamos haciendo mal. Lo cierto es que podemos llevar tiempo trabajando con el programa y las cosas salen, pero después de dar mil vueltas. Y no se trata de un usuario, parece que sucede de forma generalizada y como en el chiste, parece que tantas moscas no puedes equivocarse. Las horas de formación se vuelven escasas, caras y nos roban un tiempo de trabajo que necesitamos. Parece como una pesadilla de la que quisiéramos despertar.